Seleccionar página

Rehabilitando y habilitando la deambulación y la autonomía en los desplazamientos en una ciudad como Madrid.

 

En estos últimos meses gracias a una experiencia colectiva hemos podido comprobar como la calidad de vida varía en función de la casa que habitamos y la ciudad en la que vivimos, en la forma en que, las condiciones de nuestro entorno se constituyen como facilitadores o como barreras de una vida saludable.

Soy terapeuta ocupacional y tengo presente diariamente en que forma las condiciones de nuestro entorno nos facilitan o nos dificultan el desplegar nuestro mejor nivel de autonomía y nuestra salud. Con esta entrada a nuestro blog quiero compartir con vosotros mi experiencia y reflexiones sobre las condiciones de la gran ciudad y alguno de los requerimientos físicos necesarios para poder movernos en ella.

 

Las distancias en la ciudad

En las grandes ciudades cada barrio puede contar con servicios públicos, pej biblioteca, centro de salud, junta municipal, etc. una ventaja. La desventaja es que la superficie que ocupa un barrio es muy grande, de forma que la distancia para acceder a ellos puede ser grande.
En cada barrio y entre barrios tenemos una amplia opción de transporte público; autobuses (EMT), metro y en ocasiones servicio de cercanías de RENFE. Sé que esta afirmación aún no es cierta para todos vosotr@s debido a la variabilidad de situaciones.

 

La velocidad de la ciudad

Algo que me llama la atención cuando viajo a otra ciudad es la velocidad a la que se mueven sus habitantes o el tiempo que tardan en atenderme en un restaurante, apreciando el ritmo de esa ciudad.

Los que vivimos o trabajamos en Madrid sabemos lo rápida que es está ciudad. Ya en 2007 podíamos leer en la publicación 20 minutos, qué Madrid es la tercera ciudad del mundo dónde se camina más rápido solo tenemos por delante a Singapur y Copenhague. Este dato se deriva de una investigación que hicieron tomando el tiempo que distintas personas tardaban en recorrer 18 metros en una calle céntrica y sin obstáculos. En Madrid, recorremos 18m en 10,89seg.

Podeís ampliar la información en:

https://www.20minutos.es/noticia/229735/0/madrid/ciudad/acelerada/

Vamos que vivimos en una ciudad exigente, pues, aunque nosotros necesitemos caminar más despacio, acciones diarias como cruzar una calle en Madrid hay que hacerlo muy rápido. Os invito a observar el tiempo que os deja el semáforo de vuestras calles próximas para cruzar. Nosotros lo tenemos muy presente, pej En la Calle Cea Bermúdez con Bravo Murillo, son unos 40 seg para una calzada de cinco carriles sin ninguna isleta de espera, o corres, o no llegas. Lamentablemente casi toda la ciudad está organizada para dar prioridad al tráfico.

 

Uso del transporte público: METRO.

Bienvenido al mundo escaleras; ya sea de obra para entrar en las estaciones, pues no todas las estaciones tienen ascensor, ya sea en escaleras para pasar de un nivel a otro, bien porque las escaleras mecánicas no funcionan o porque no tenemos la habilidad motora y perceptiva suficiente para usarlas, es necesario que seamos hábiles bajando y subiendo escaleras.

Nos encontraremos en ocasiones con largos pasillos y trasbordos, por lo que hay que tener algo de fondo.

Atención a la separación del vagón con el andén y la diferencia de altura entre ambos, volveremos a tener que echar mano de nuestra habilidad para salvar desniveles. Atención a nuestras particularidades, si tenemos hemiplejia y usamos bastón, habrá que generar soltura para cancelar.

 

Uso del transporte público: EMT

Casi todos los autobuses que circulan tienen piso bajo que facilita la subida y bajada. Cuando esperéis en la parada, enseñar vuestro bastón o marcar al conductor que subís con silla de ruedas para que se acerque a la plataforma que forma la acera lo más posible. A veces las condiciones de subida al autobús hacen que debamos tener capacidad para subir un gran escalón al tener que hacer la subida desde el asfalto o bien al tener que salvar la distancia acera-bus con nuestra pierna. Normalmente será necesario apoyarnos en las puertas para subir. Hay que cancelar el billete, avisa al conductor de donde te bajas para que anticipe y te facilite el descenso. El asiento delantero reservado para personas con movilidad reducida en ocasiones está en una plataforma alta de acceso dificultoso, un poquito más atrás encontrarás otros asientos reservados más accesibles, sí debes tener en cuenta que para llegar allí debes desplazarte por la plataforma del bus y normalmente lo tendrás que hacer con el vehículo en marcha, ya hemos comentado que vivimos en la tercera ciudad más rápida del mundo, con frecuencia el conductor no se percate de si te has sentado antes de retomar la marcha. Usa las barras del bus para desplazarte por el mismo, solicita la parada con el botón que marca el símbolo de movilidad reducida, el conductor te podrá facilitar el descenso con la rampa. Si no es así, a veces hay que bajar salvando el desnivel bus-asfalto.

Intervención en Daño Neurológico |Aviso Legal