¿QUIERES MEJORAR TU CAPACIDAD COGNITIVA?
Mejora de capacidades cognitivas mediante el ejercicio físico.
Existen una gran cantidad de afecciones neurológicas que pueden alterar las capacidades cognitivas, como es el caso de la enfermedad de Parkinson, el daño cerebral adquirido, ictus, demencias, etc.
Muchas de ellas cuentan con factores de riesgo. Estos factores que te hacen propenso a sufrir estas enfermedades pueden ser o no modificables, como es el caso del ejercicio físico.
Es decir, aumentando el ejercicio físico puede enlentecerse la aparición de la enfermedad y puede reducir su gravedad en cierta medida. Esto ocurre por ejemplo en el caso de las demencias y en especial del Alzheimer. 1 de cada 3 casos pueden atribuirse a factores de riesgo modificables entre ellos el ejercicio físico. (1) (2). En el caso del ictus muchos de sus factores de riesgo son modificables. Destaca la hipertensión arterial que puede reducirse gracias al ejercicio físico (2).
Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico durante la infancia previene y/o retrasa la aparición de deterioros cognitivos en el futuro (2). La falta de estudios en adultos no nos permite afirmar que se produzca de igual manera pero si no existe riesgo para el ejercicio físico podemos realizarlo intentando buscar el mismo efecto que en la niñez.
Las alteraciones cognitivas que podemos encontrar varían mucho en función de la patología. Pueden ser leves como una ligera alteración de memoria tras un ictus o aparecer alteraciones más graves como disfunciones del funcionamiento ejecutivo y problemas atencionales en Parkinson (3), agnosias y apraxias en demencias, trastornos de del lenguaje y comunicación…
El ejercicio físico que mas beneficios parece tener tanto en investigación animal como en la práctica clínica es el ejercicio aeróbico y de resistencia (de 60 a 90 minutos) (4). Esto puede deberse a diferentes causas (que aún siguen en estudio) como:
- el aumento de flujo sanguíneo a nivel cerebral (2) (4);
- potenciación de neurogénesis en el hipocampo por aumento del factor de crecimiento neuronal.
El ejercicio aeróbico parece tener especial influencia en las funciones ejecutivas, la fluidez verbal y la memoria de trabajo (4). Este ejercicio aeróbico se puede hacer de diferentes maneras, pero en el ámbito de una clínica se suele realizar mediante maquinaria como la bicicleta estática o la cinta de marcha debido a su disponibilidad y a que acarrea menos carga cognitiva para conocer su funcionamiento.
La bicicleta estática permite la realización de este ejercicio aeróbico durante largos periodos y con poco espacio además suele permitir visualizar la frecuencia cardiaca durante el uso y la cadencia. Estos datos nos ayudan a verificar que se realiza un ejercicio aeróbico y no pasamos el umbral a anaeróbico. También suelen contar con un modo de cronómetro de modo que al concluir el tiempo programado emite una señal acústica o luminosa que proporciona un feedback a la persona de que ha finalizado la tarea. Esto nos puede ser de utilidad en el caso de condicionar a una persona que tenga problemas en orientación temporal. Pero tiene una desventaja y es que no pueden realizarla todos los tipos de pacientes ya que necesita un buen equilibrio para poder subir, mantenerse encima y bajar.
La cinta de marcha nos proporciona las ventajas de la bicicleta, pero no tiene esa necesidad de equilibrio, aunque si que es necesario una explicación previa de como funciona y de que ha de hacer el sujeto. La gran mayoría suelen contar con un sistema de protección que se engancha al cuerpo dando más seguridad en el caso de que la velocidad no fuese adecuada. Otra de las grandes ventajas que tiene la cinta de marcha es que nos permite trabajar algo tan importante como es la marcha, a la vez que trabajamos las funciones cognitivas.
Por ejemplo, tenemos el caso de la marcha festinante del Parkinson. Esta marcha se caracteriza por tener una longitud de paso acortada y una cadencia muy alta junto con pérdida del equilibrio hacia delante. Mediante la colocación de unas marcas visuales ya sean huellas de colores, puntos o lo que sea, podemos trabajar la marcha al pedir que coloque sus pies encima de las marcas que vayan apareciendo a la vez que trabajamos la atención y la velocidad de procesamiento.
Otro ejemplo es con un paciente que ha sufrido un ictus y presenta dificultades en la memoria de trabajo. En este caso podemos colocar marcas de colores diferentes y pedirle que nos diga cuales colores pisa con cada pie a la vez que tiene trabajamos la doble tarea de mantener la atención a su marcha y a los colores.
Existen también estudios que proponen que los ejercicios de fuerza también pueden mejorar las alteraciones cognitivas (2)(4) debido a que mejoran la perfusión cerebral. No obstante falta mucha investigación sobre ello (4).
Los estudios señalan que para conseguir mayor efecto lo ideal es la combinación de terapias, es decir realizar el ejercicio físico aeróbico previo a otros tratamientos para mejorar sus funciones cognitivas ya sea neuropsicología, psiquiatría, logopedia… Ya que favorece la consolidación de la memoria y la atención. (2) (4)
Desde el Centro INDANE realizamos un tratamiento de neurorrehabilitación individualizado. Contamos con un equipo interdisciplinar de especialistas en rehabilitación neurológica. Adaptamos nuestra intervención al daño cerebral de cada persona. Siempre teniendo en cuenta las necesidades y áreas de interés significativas tanto para el usuario como para su familia.
Bibliografía: